Es de la familia de las Asteráceas, y su aspecto es de una hortaliza herbácea, de forma cilíndrica con hojas que varían en tonos de verde, blanco e incluso morado. Se puede comer todas sus hojas y parte del tallo. La lechuga beneficia a nuestro corazón y disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas. Protege la mucosa gástrica y regula los niveles de azúcar en la sangre. También hidrata al cuerpo gracias a su alto contenido de agua.
Estimula la correcta función de los riñones y también funciona como calmante del sistema nervioso. Aparte de su uso común en ensaladas, puede ser asada, procesada, y su agua puede ser usada en vinagretas o sopas. Las hojas de lechuga cocinadas al vapor pueden servir como envoltura de otros alimentos y preparaciones. Va muy bien acompañando platos fríos como el Tabouleh o el Hummus.
Para cultivarla, le favorecen los ambientes húmedos y frescos, en primavera, otoño e invierno.
Lechuga rostizada en salsa de cebollín y crema agria
Ingredientes
2 corazones de lechuga, cortados a la mitad a lo largo
3 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de crema de leche
3 cucharadas de yogurt griego natural reducido en grasa
4 cucharaditas de cebollín fresco picado
2 cucharaditas de jugo de limón
1/2 cucharadita de ajo picado
Una pizca de sal
Pizca de pimienta
1/4 taza de queso parmesano rallado
4 tiras de tocino, cocidas y desmenuzadas.
Preparación
Unte las mitades de lechuga romana con aceite. Ase la lechuga romana, sin tapar, a fuego medio-alto de 6 a 8 minutos o hasta que las hojas comiencen a marchitarse y color, volteando una vez.
Mientras tanto, en un tazón pequeño, bata la crema de leche, el yogurt, el cebollín, el jugo de limón, el ajo, la sal y la pimienta hasta que se mezclen; rocíe sobre los lados cortados de la lechuga romana. Cubra con queso y tocino.
Comments