Su familia es Amaryllidaceae y es similar a la de la cebolla, un bulbo unido a una raíz y tallo, de menor tamaño. El ajo funciona como antibiótico natural ya que contiene propiedades anti-bacteriales y anti-fúngicas. Sirve para fortalecer el sistema inmune y es un poderoso antioxidante. También, ayuda a reducir la presión sanguínea. Es rico en calcio, potasio, fósforo y magnesio.
Para aprovechar todos sus nutrientes es importante machacarlo. Además, es un ingrediente versátil que puede ser consumido en cualquier preparación, como base de sopas, refritos, estofados, puede ser consumido en polvo y usado en condimentos. El ajo también puede ser preservado en vinagre e incorporado en ensaladas. Es un pesticida efectivo en huertos.
Casi todas sus partes son comestibles, excepto el tallo y la cascara exterior. También, es mejor su se lo cultiva en Primavera y Otoño, en espacios con bastante exposición al sol.
Sopa de Fría de Ajoblanco
Ingredientes
200 gr de almendras crudas y peladas (o si no están peladas, te explico en la receta cómo pelarlas).
250 gr de miga de pan (te va perfecto un pan redondo tradicional).
1 litro de agua fría.
3 dientes de ajo pequeños.
100 ml de aceite de oliva virgen extra.
35 ml de vinagre de vino blanco.
Uvas para acompañar (cuanto más dulces mejor) o jamón.
Sal
Quitar la corteza al pan con un cuchillo, poner la miga en un bol y echar un poco de agua para que se ablande. También se puede echar las rodajas con la corteza en el agua, y cuando esté blanda la miga, retirar la corteza.
Preparación
Si las almendras no están peladas, simplemente pon agua en una olla, y cuando hierva, sumergir las almendras en un colador en el agua, 2 o 3 veces. Dejar que se enfríen y pelarlas.
Ahora que tenemos listos todos los ingredientes, introducir en el vaso de la batidora: las almendras, la miga de pan, los ajos pelados, el aceite, el vinagre y una pizca de sal. También echar un poco de agua, no toda de momento.
Batir durante un par de minutos o lo que necesites para que quede una mezcla fina. Ahora añade el agua necesaria para que quede con la textura al gusto.
Dejar reposar en la nevera al menos una hora para que esté bien fresquito, o si tienes prisa, mételo al congelador y sácalo cuando veas que está ya frío.
Puedes acompañarlo de diferentes formas. Nosotros lo hemos presentado con uvas lavadas y deshuesadas, y con un chorrito de aceite de oliva.
